martes, 19 de abril de 2011

Me desnudo sin pensar en nada.
Dejando que mi cuerpo se asome a tus ojos que miran y muerden.
Delicada y rotundamente. Dentro, donde la piel ya no duele.
Me despojo de mí.
Me quito este traje hecho de no entregas.
De entregas a destiempo.
De medias entregas.
De entregas pactadas, premeditadas, no nacidas.
Pobrecitas entregas que la memoria,
pocas veces tan implacable, coloca hoy en su justo lugar. Un lugar ausente de malicia.
Me desvisto del tiempo en un instante.
Apago el despertador de sueños.
Y me acerco. Inusitadamente bella.
Encendida. Iluminado mi ser que se adelanta.
Tú me besas. Con todo me besas.
Me besa la brevedad que nos separa.
Me besa el aire que entre tú y yo transpira lleno.
Me besan tus manos que se anticipan a tus labios que miran
mi cuerpo de ahora caído como un vestido
en el suelo.

jueves, 14 de abril de 2011

Me quedan muchas cosas... muchas más de las que había cuando pensé que no había nada. Es cierto que hay una descoincidencia con muchos. Reclamos. Palabras que provienen del pasado y suenan y entonan y repiten una herida de la que no tengo conciencia. Es cierto que hay palabras duras y ningún silencio. Y que a mí me duele. No entender. Pero no voy a pararme en la misma esquina. Creo que voy a dar un par de pasos más.

martes, 12 de abril de 2011

Acabo de trasplantarme. He añadido tierra y agua. Para crecer.