viernes, 29 de mayo de 2009

A cada paso, un nuevo sueño de adoquín que late bajo la luna mora. Ella cruza el horizonte recogida en un manto de años que de vez en cuando sacude al viento. Tiene los ojos negros y como los toros ha aprendido a esconder su suerte. Mira pero no se deja ver hasta que ya está dentro.

12 comentarios:

Lola dijo...

¿De quién se esconde?

Gárgola dijo...

Conciso, fuerte y tierno a la vez. Las justas palabras para un bello poema.
¡Un gusto volver a leerte!


besos

Arantza G. dijo...

¿Es tímida?

cristal00k dijo...

Precioso.

Anónimo dijo...

Te explico Laura. En lenguaje taurino, se dice que el toro esconde su suerte (en realidad es su muerte) cuando no deja que el matador (el torero) vea con facilidad el punto fatal donde ha de clavar la espada. Ella esconde su muerte, que en este caso puede significar muchas cosas...

Anónimo dijo...

Gárgola, el gusto es mío. Acabo de llegar de Málaga y ya estoy trabajando nuevamente. Espero tener más tiempo para hacerte una visita y escribir un poquito más. Además, tengo que reinstalar el ordenador de mi casa, así que aprovecho lo poquito que me sobra en el trabajo.

Anónimo dijo...

Arantza, pues sí.

Anónimo dijo...

Hola Cristal, me alegro siempre de que te pases por aquí. Besos niña.

Anónimo dijo...

un manto de años que le ha regalado saber estar, presenciar, ser, decir, cuando la luna lo crea conveniente.

besitos

Anónimo dijo...

Me gusta el simbolismo de tus textos, lo que se esconde detrás de las líneas y la libertad que le ofreces al lector en las interpretaciones.
Un abrazo grande.

Anónimo dijo...

Hola Cats, que bueno leerte. Besos niña.

Anónimo dijo...

Gracias Yurena por tus comentarios. La verdad es que me gustan las puertas abiertas.