lunes, 13 de junio de 2011

Te quiero de vez en cuando.
Cuando la lluvia cae, y los cristales se empañan y siento frío,
y necesito encontrar esa esquina
del mundo en el que soy y eres.
Te quiero en algún lugar.
Donde la luz dibuja un paisaje con tu risa, y las estaciones custodian
la vida otorgada y el animal que te respira busca inexplicable mi presencia.
Te quiero como el ave quiere al viento, como el pez quiere al gua,
como la huella se rastrea en la tierra y se halla asombrada en otras anteriores.
Te quiero porque me lleno y me vacío. Porque aunque a veces me voy estoy llegando,
porque me dejas soñar mientras te sueño.
Te quiero porqué sí.
Te quiero sin que sepas nada.
Y aunque lo sepas todo.

6 comentarios:

Mixha Zizek dijo...

Sigo viniendo porque tus poemas son muy sentidos, llegan a mi alma. Es como si me los dijeras directamente. Este juego anafórico de tus versos son rítmicos, me gusta la música que emana de ellos. Y tu final tiene cierto sarcasmo muy hermoso. Es como cuando le quieres decir a la cara lo que sientes frente a frente sin que te importe nada, me encanta es estupendo, besos

Anónimo dijo...

hola mixha, sí, las palabras tienes una sonoridad particulart, me gusta escucharlas como suenan en mi alma y salen espontáneas... este poema, la verdad, como casi todos, son propios pero también ajenos, quiero decir que es no solo hablara mi voz, sino otra. Tal vez la tuya también me dicte...

Gárgola dijo...

Volver a sentir tu voz en el dobladillo del tiempo, en la esquina del alma, en un lugar isleño y peninsular. Un año que pasa como si de horas habláramos y así vamos, intentando olvidos imposibles y remembranzas improbables, reinventando lo que nunca hemos llegado a conocer, la voz de la otredad calcada en la nuestra, las resonancias del proprio, del ajeno y del más allá.
Todo lo que mana a borbotones, comunicación directa entre el cerebro y la tecla.
Leerte me ha inspirado. Un beso enorme

Anónimo dijo...

Hola, querida gárgola...pues sí que te ha inspirado... y a mí leerte aquí, tan cercana...

Yurena Guillén dijo...

Otras voces que hablan, no sólo la tuya. Muy cierto. Eso es porque lo que escribes es auténtico y generoso. Es fácil reconocerse en ese pequeño poema que grita exhausto al cielo.

Un abrazo grande.

Anónimo dijo...

yurena...es un placer...lo sabes