lunes, 29 de septiembre de 2008

Regreso




Atrás quedaron sus casas blancas, su mar distinto al mío, sus arrugas de tiempo detenido, sus cuestas empredradas, sus callejones de olvido, su olor a dama de noche, a jazmín, su timbre, sus gatos esquinados, sus ojos brujos. Atras quedaron ya sus pequeñas historias, mi asombro; su mano tendida, mi sonrisa; sus olas mansas, la quietud de mis horas; las leyendas antiguas de los viejos de siempre, mi silencio asombrado; su encrucijada de caminos, de pasos distintos, de nombres ya propios.
Porque vivir tendria que ser descubrir con cada movimiento propio un destello...
De regreso, siento un vacio casi infantil que me hace llorar. No es tristeza, ni pena, ni alegria tampoco... Es emocion.
Le cuento a mi madre lo bien que se come en esa tierra, mis conversaciones con los viejos del pueblo. Le describo los balcones adornados de plantas, los hermosos patios de las casas que tanto se parecen a las casas de antes en Canarias. Le hablo de sus frutas, y de sus hortalizas, de que alli las papas no se comen como aqui (aunque ya se lo he contado muchas veces), y se asombra y reconozco en sus ojos un brillo especial, como si estuviera viendo todo lo que yo describo. Luego me llevo a mi hermana a mi casa, porque que lleva mucho tiempo esperando que tenga vacaciones y compartir conmigo un día o dos, y salir de casa de mi madre. Ella es discapacitada mental, hasta hace poco tiempo simplemente subnormal. A mi me da lo mismo el nombre a estas alturas... La sacaron con forceps y perdio oxigeno en el cerebro... Es la mayor. Desde que murio mi padre se apego a mi quien sabe porque y yo hablo con ella y la escucho en su lenguaje. Se que lo que le doy es poco, y sin embargo para ella es un cofre que abre con emoción. Así es que nuevamente me emociono. Eso debería de ser la vida.
Llego a la isla sola, sin mi pareja. Tras quince años me separo de ella una semana. Extraño y rebelador. Yo, que siempre me he pensado un alma solitaria, una suerte de perro verde, comparto sin esfuerzo lo que soy y me renuevo en su alegria, en su fuerza, en su sabiduria inexplicable, en su radicalidad sincera...
Llego y me voy al teatro Leal a ver a Enrique Morente y a Anita (Shane),que me ha conseguido una entrada. Suelto las maletas, me ducho y subo a La Laguna. Agotada vibro con su duende desatado. El y la Orquesta Chekara de Tetuan. Música, alimento del alma.
En fin. Estoy aqui.

4 comentarios:

Gárgola dijo...

¡Bienvenida!
He podido trasladarme un instante a este pueblo blanco, al caer de la tarde en una de estas cuestas empedradas y el olor embriagante de la dama de noche. Nos has regalado un trocito de tus vacaciones! Gracias por el comentario que dejaste en mi tiempo, me emociona saber que lo que escribo puede tocar fibras tan profundas. Seguimos sin olvidar!
Besos
P.D. Te han gustado los gatos en el 'paraíso'?

Anónimo dijo...

Me ha encantado. Gracias por acordarte de mi y de mis predilecciones. Ya colgaré fotos de gatos de Nerja, porque he hecho muchísimas y están muy guapas. Un besote grande.

JR dijo...

sabes vivir...
besos

Anónimo dijo...

Bueno, lo mejor que tengo es mi capacidad de disfrutar con muchísimas cosas "sencillas"... Lo peor ya te lo iré contando. No hay prisa. Un besote