miércoles, 10 de junio de 2009

Mujeres

SIEMPRE FUIMOS perseguidas, silenciadas, aniquiladas. Durante siglos sufrimos la incomprensión, el desprecio y la ignorancia de quienes nos creían débiles, sin alma, sin voz, sin destino. Aún hoy, la historia de las conquistas y de las guerras es una crónica sangrienta escrita con el llanto y el sufrimiento de las mujeres y de los hijos del mundo. En cualquier conflicto armado hemos sido siempre las víctimas de la barbarie masculina (por mucho que me pese ponerle género a la violencia). Aún hoy se obstinan en doblegarnos, en arrebatarnos la voluntad de ser, de pensar, de actuar. Y no se detienen en los insultos, no sacian su odio con los golpes; nos quieren saber sin pulso, sin latido, y hasta sin aire. Encerradas en una cajita sobre las que nos llorarán nuestras madres, nuestros padres, nuestros hermanos y hermanas, nuestros amigos, pero no ellos, que tanto dicen habernos amado mientras aprietan los dientes, cierran el puño, y se esconden. Seguimos fastidiando, sin duda. Fastidiamos cuando de niñas adivinamos las malas intenciones; cuando aprendemos a responder con un no; cuando paseamos solas por las avenidas de la vida; cuando conseguimos mantener casi intacta la alegría y sonreímos pese a todo; cuando renacemos fuertes tras cualquier catástrofe; cuando reclamamos lo que nos corresponde por derecho; cuando sostenemos este mundo fragmentado con nuestras debilitadas manos, como lo hicieran nuestras madres y nuestras abuelas, y mucho antes generaciones y generaciones de mujeres. Malqueridas o bienamadas.Muchas de nosotras desaparecemos. Poco a poco nos van apagando el brillo. A cuentagotas: hoy una, la semana que viene otro nombre para olvidar, y al cabo de un año nos hemos convertido en simple y pura estadística. Descansemos en paz.

13 comentarios:

cristal00k dijo...

Pues ya lo creo que tiene género la violencia contra nosotras y lo seguirá teniendo si no nos movemos.
Además de sufrir toda la violencia que afecta al género humano en general, a nosotras nos toca sumar esa otra que tan bien describes en tu entrada. Gracias por estar ahí y denunciarlo. Me uno a esa denuncia amiga valiente. Mis respetos y un gran abrazo.

Anónimo dijo...

Gracias cristal. Creo que es éste un genocidio contra nosotras. Sangrante lo que ocurre todos los días. Como perros nos matan y luego solo se les ocurre un minuto de silencio, a los que ni siquiera acuden la mayoría de los hombres. Penoso. Yo no quiero silencios de un minuto... Gracias cristal y besos. Esto sale publicado hoy en el periódico donde trabajo.

ConHMayúscula dijo...

PEDAZO DE HOMENAJE!!!! me ha emocionado mucho, creo que es algo que nos concierne a toda la sociedad (y en particular a las mujeres) y debemos luchar contra ello. Hoy es una mujer "X" en un lugar "X", mañana puede ser nuestra vecina o nuestra hermana. Me uno a tu denuncia, yo tampoco quiero un minuto de silencio, quiero encender la televisión y no escuchar más la palabra VIOLENCIA.
Te felicito niña, una vez más demuestras tu valentía.
Un fuerte abrazo ;)

Anónimo dijo...

Gracias Haridian, creo que todas nos sentimos así. Besos pacíficos

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que has escrito. Y completaría tu discurso, también mi discurso (Permíteme la licencia) si fuera el foro adecuado para hablar de ello. Muchas veces me gustaría hablar de cosas de las que no se pueden debido al carácter publico del blog.
Y te digo esto porque me reconozco en tus palabras, porque entiendo lo que dices y porque este olvido imposible, siempre termina haciéndome reflexionar.
Un abrazo grande.

Arantza G. dijo...

Nos aniquilan!
Nos van destruyendo poco a poco; primero nos tapan la boca, luego nos quitan la vida.
Gracias por tu recuerdo.
Besos

Anónimo dijo...

Hola Yurena, a mí también me corta y limita el caracter público de los blogs. Y eso que intento "olvidarme" un poco. Pero ya sabes, es imposible. Intuyo en tus palabras heridas que sangran de tiempo en tiempo. Ojalá pudiéramos vacunarnor contra la rabia. Mientras, me encanta tus visitas y tus relexiones. Besos niña.

Anónimo dijo...

Aratza, gracias a ti por dejar aquí tus sentimientos.

Anónimo dijo...

Alguien me dijo una vez, que las mujeres nacimos para sufrir...(en todos los niveles)
y que por eso siempre seríamos mas fuertes que el hombre.

no me valen este tipo de explicaciones, ni tampoco intentar justificar lo que hay. Me vale, que nos reivindiquemos como seres humanos, que sentimos y somos por igual.

besitos

Gárgola dijo...

Pues no tienen el poder de apagarnos, porque cada vez somos más las que no callamos, las que no aceptamos como natural ni justificamos como enfermedad lo que es una masculinidad aprendida, feroz y violenta.
Es claro que les hace rabia, pues aunque muchas desaparecemos, hay muchas otras que ahora reclaman ¡que basta de impunidad!
En el camino, ya hemos ganado algunos aliados y en el momento que 'ellos' se den cuenta que un mundo más justo también es mejor para ellos, que pueden llorar o jugar con muñecas o no avergonzarse de cobraren menos (hay que decir, en muy pocos casos...). Luchamos por un mundo más habitable y creo, que no queremos el poder tal y como lo han institucionalizado, pero tampoco seguiremos invisibles.
Un escrito para recordar, directo y verdadero.
Gracias por publicarlo en el periódico, cuanto más voces seamos menos estadísticas seremos.

besos

Anónimo dijo...

Cats gracias por opinar aquí. Soy de la opinión de que las revoluciones, los cambios, empiezan por uno mismo y su entorno. No más silencio, no más humillaciones. Tenemos que querernos y exigir a estos compañero de mundo que son los hombres que también ellos se detengan y denuncien y apoyen. Hay algo que a mí me da mucho miedo, y es la educación y la (des)información que reciben los niños ahora mismo. Besos niña

Anónimo dijo...

Hola querida Gárgola. Tú lo dices muy bien. La invisibilidad de muchas mujeres es terrible, y la pérdida de rumbo del hombre también. Tenemos que mejorar como seres humanos, y ahí entramos todos de la mano.

Anónimo dijo...

las mujeres y simplemente el acontecer :) grandioso lo suyo