miércoles, 22 de julio de 2009









Me he instalado en un hermoso desierto, hecho de silencios y horas muertas. De sueños azules y horizontes lejanos. De fino polvo de oro. Admito que en este instante mi latido es lento, pesado, simple. He detenido el pulso, la conciencia, el ansia. Mis ojos quieren descansar. Posarse en algo bello. Volver a creer en el color, en el calor, en la vida. Me he instalado en un hermoso desierto.

7 comentarios:

ConHMayúscula dijo...

Sal de ese desierto monótono y observa tu alrededor, hay una gama de colores bellísimos que nos rodea, mira las estrellas, cada una de ellas cuenta una maravillosa historia, sal y respira, deja que el aire fresco inunde tus pulmones...cierra los ojos y vuelve a creer!!

un abrazo niña

Lena yau dijo...

Desierto lunar...

Descansar como en el útero materno...

Besos, Guapa!

cristal00k dijo...

Para todo hay un momento, estar instalada en el silencio es a veces lo más oportuno. Y la belleza y la vida esán en todas
partes, también en el desierto...
Puede que incluso encuentres tu Oasis a no tardar...¡quien sabe!
Un abrazo grande.

JR dijo...

desiertos donde rumiar en el camino,
almacenar deseos en la joroba...
besos volados

Anónimo dijo...

¿Y hablas de hermanamientos? Yo me reconozco tanto en estas palabras que son casi mias.
Mientras buscamos el aliento de la belleza, el latido de la felicidad es necesario pararse un instante para tomar impulso y reconducir de nuevo nuestros pasos. Ahora toca descanso. Luego volveremos a la búsqueda.
Un abrazo grande.

Anónimo dijo...

en el desierto de al lado estoy yo, llena de silencio y soledad...

Anónimo dijo...

Garcias a todos por estar ahí, al borde de ese desierto, acompañándome.