sábado, 24 de octubre de 2009





Queríamos ser puentes tendidos, estrechados
cuerpos con un dialecto único,
manzanas mordidas sobre el escritorio
de una tarde de agosto. Caminábamos
sin brújula, con la vista puesta
en el mañana, tan extenso el horizonte
que nos cabía en las manos.
Queríamos ser un silencio entendible,
el rostro anónimo que sonríe en el cruce
de una calle al tropezarnos de frente,
la carta urgente que viaja en tren hasta la noche,
el amor sin causa que se dejaba mojar
bajo una lluvia imposible. Nunca
dejamos de creer que algo distinto
nos estaba esperando en los tristes portales
de la vida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aún no es tarde para ser lo que queríamos ser. O por lo menos, prefiero seguir pensando eso. Aunque "algo distinto nos esté esperando en los tristes portales de la vida".
Un abrazo muy grande.

cristal00k dijo...

Y es que a veces, querer no es poder... menos mal que existen los puentes.
Besos.

marea dijo...

Queríamos.. sabíamos lo qué queríamos? Aantes no me dejaban ser, ahora soy, casi, como quiero ser.
Un placer leerte.
Un enorme abrazo ¡

Anónimo dijo...

queríamos ser lo que muchos soñaron, incluso nosotros quisimos vivir.
besos