sábado, 21 de noviembre de 2009

Aminatou

ÉRASE QUE SE ERA una joven mujer pensante en el Gran Reino de Marruecos llamada Aminatou Haidar. Con 21 años fue recluida en las llamadas "cárceles secretas". Su imperdonable delito, armar su voz de razones y alzarla junto a la de su pueblo para exigir el prometido referéndum de autodeterminación del Sahara. Cuatro años permaneció cautiva, junto a otras hermanas también pensantes. Juntas sufrieron torturas y todo tipo de vejaciones por parte de los funcionarios del Gran Reino, que actuaba en ese entonces, y continúa actuando, con el beneplácito o la neutralidad de otros "Grandes Reinos" del mundo.
En el 76, cuando los colonos españoles abandonaron el Sahara Occidental (cuarenta y dos años después de haberlo ocupado), Aminatou contaba con 10 añitos. Su sonrisa seguramente fuese amplia, generosa; su tez dorada, hermosa como la arena de un hermoso desierto; sus sueños, claros y compartidos. Había oído hablar a sus mayores de la libertad, de la tierra, de la vida, de la paz, del futuro cercano. Sin embargo, tras la descolonización lo único que llegó fue el exilio, y poco tiempo después el olvido completo de su gente en los llamados campos de refugiados.
En 2005, iniciado ya este nuevo siglo de libertades ficticias, Aminatou, símbolo del activismo saharaui, es nuevamente condenada a siete meses de reclusión en la "Prisión Negra". Un mes después logra salir gracias a las presiones de organizaciones de apoyo internacionales, que denuncian el fraudulento juicio al que fue sometida, una vez más por el Gran Reino de Marruecos.
Ahora, en 2009, separada de sus hijos, sin posibilidad de regreso, permanece prisionera en el aeropuerto de Lanzarote, en esta tierra de nadie que es la nuestra, que olvida que no hace tanto éramos hermanos de nuestros hermanos; que calla, mientras nos dicen qué nuevas causas debemos apoyar y que consiente que una mujer pensante como Aminatou, que conserva la voz y transmite los sueños de su pueblo, sea una vez más condenada al silencio.




(* Hoy, en Lanzarote, se manifestarom unas 400 personas en apoyo de la activista saharaui. En las zonas ocupadas, más de 300 mujeres se han sumado a la huelga de hambre de Aminatou.)

2 comentarios:

Arantza G. dijo...

Desde el comienzo de los tiempos, las voces disonantes han sido acalladas y no precisamente con buenos modales.
Un beso

Yurena Guillén dijo...

Es increíble y entiendo por qué te has animado a escribir sobre ello en tu blog.
Un abrazo grande.