miércoles, 14 de julio de 2010

Difícil este deseo de morder
la noche y no romperse
a llorar tu ausencia. Difícil
la curva de tu silencio
despidiéndose de mi vértigo
breve que escapa.
Difícil buscar y no encontar
en mi boca tu boca.
En mi vientre tu manos.
En mi espalda tu sueño.

2 comentarios:

Gárgola dijo...

Me he quedado sin lágrimas de llorar ausencias y silencios...
Quizá no valga la pena, porque el deseo se desvanece con el tiempo y otros murmullos pueblan el silencio.

besos corazón, estás, estoy...y eso es lo que realmente importa.

Yurena Guillén dijo...

Tremendamente complicado.
Y tras leerte, he recordado a Patti Simth cuando decía que siempre hay algo de hermoso en la aflición... Y estaba en lo cierto. Como tus palabras...

Un beso grande.