Tiembla el rojo tras los párpados ansiosos que se abren por fin. Calienta la voz que se aproxima duende. Declama la curva de un poema imposible. Ignoro cuánto tiempo llevo sentada aquí. El frío ha pasado. Mis huesos lo saben.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Ya es hora de cerrar esos ojos y pensar en voz baja, traducirlo en palabras aunque los papeles se queden en blanco.
Lo tienes ahi, en tu cabeza, en tu alma, estoy segura.:) besitos
La elipsis que traza la línea al dibujar el rojo de la flor, que si bien es transitoria llena de matices y luces la retina observadora. Inspiración que no necesita palabras, sólo voz.
4 comentarios:
Ya es hora de cerrar esos ojos y pensar en voz baja, traducirlo en palabras aunque los papeles se queden en blanco.
Lo tienes ahi, en tu cabeza, en tu alma, estoy segura.:) besitos
Cosa maldita el folio en blanco; las musas se alejan cuando más las necesitamos...
Un beso.
La elipsis que traza la línea al dibujar el rojo de la flor, que si bien es transitoria llena de matices y luces la retina observadora. Inspiración que no necesita palabras, sólo voz.
besos
Al cabo, no importa el tiempo. Y sabios siempre, los huesos, que todo lo detectan...
Besos
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