miércoles, 1 de abril de 2009

Me resulta muy difícil mirar para otro lado, asumir la terrible miseria de espíritu de muchas personas con las que coincido en los pasillos de estos días laborables, callarme la opinión imposible, creerme las grandes palabras que presiden la mesa de los ambiciosos. ¿Democracia? ¿Igualdad? ¿Derechos legítimos? ¿Pluralidad? ¿Justicia? ¿Solidaridad? Basta echar una ojeada a tu realidad más inmediata para apreciar el pobre paisaje que impera: la crisis le está sirviendo a los empresarios para "gasear" a los incómodos y pisotear la dignidad de aquellos que llevan años ofreciendo su esfuerzo por un salario argumentando que en realidad, en estos momentos más que nunca, cualquiera puede ser prescindible bajo cualquier pretexto. En esta tesitura, el miedo es el caldo de cultivo idóneo para alcanzar la meta que toda su vida han codiciado los que creen tener su vida controlada a base de billetes: yo te ordeno, y tú obedeces. Aunque después salgan a la calle con en traje de la democracia y un lacito del color que toque para apoyar alguna de las muchas causan que descreen. Luego, están los añadidos, las hienas, los que se ofenden ante la decencia ajena, ante los escrúpulos de los otros. Los que se permiten el lujo de emitir juicios sumarísimos con nombres y apellidos pero a puerta cerrada, a sabiendas de que, en realidad, están hablando de ellos mismos. "Pobrecito mi patrón, que piensa que el pobre soy yo".
Me entristece. Me desencanta. Me asusta. Me enfurece. Me encoje. Me alarma.
Pero, vamos a mantenernos, erguidos, sonrientes, dueños de nosotros mismos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

dueña de ti...asi es mejor...aunque es inevitable indignarse viendo lo que se ve en estos tiempos...


yo tambien me enfado mucho por los mismo motivos que tu, sobre todo cuando pienso en lo que vendrá y en lo que será de nosotros.

nos hace falta un tecito de por medio para indignarnos juntas. no?

abrazos

Arantza G. dijo...

Este mundo es una pena.
Cada uno guarda en su zurrón lo que le conviene, a los demás...que nos den por saco.
Un beso.

Anónimo dijo...

Sí Cats. Ese tecito me encantaría, para dar rienda a tantas y tantas cosas. Abrazos pa ti.
Arantza, como dice el tango..."Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el 510 y en el 2000 también"

Yurena Guillén dijo...

Suscribo todas y cada una de tus palabras. Tienes mucha razón.
Creo que sólo el dinero, y las situaciones derivadas de su ausencia o presencia, es capaz de transformar a las personas.
Sólo hay que mantenerse firme. Mantener intacta esa dignidad.
Un abrazo grande.

ConHMayúscula dijo...

En estos tiempos que corren, más que nunca hay que mantenerse dueña de una misma, firme, serena...pase lo que pase...
A pesar de mi juventud he visto caer "torres más altas" (tú me entiendes), creo que el tiempo pone a cada ser humano en su lugar.
No tengas miedo, ten paciencia que todo saldrá bien.
Sonrieeeeeeeeeeeeeeeeeeee :D
un fuerte abrazo.

Javier Tissera dijo...

No se enojen... pero recuerdo un relato que decía más o menos así: "primero le tocó a los chinos, pero no nos preocupamos porque no somos chinos... luego a los mejicanos, pero nada, ya que no somos mejicanos... luego a los argentinos, pero nosotros vivimos en la UE, nada que ver con esos argentinos...
Ahora la crisis llegó a nosotros... y a nadie conmueve eso...
Abrazo

Anónimo dijo...

Gracias Haridián por tu apoyo.
Yurena, gracias a ti también.
Javier, tienes toda la razón del mundo.

cristal00k dijo...

Algo debería cambiar, pero ya no sé cuando. A veces pienso que pronto, todos, seremos sombras de lo que fuimos...
Un beso Olvido, me uno a tu indignación.