jueves, 6 de noviembre de 2008

Mariposas y sapos




Cuando regresé del sur me esperaba otro sur distinto.
Anduve sola. No había huellas que seguir, sólo un paisaje imaginario que no me dolió pintar. Colmado de curvas y humedades. Lleno de jeroglíficos y media lunas tatuados en la piel. Tu nombre dobló todas mis esquinas y apareció tu boca en el centro de la noche. Llamándome.
En mi estómago sentí volar las mariposas.
Mis ojos se iluminaron con un brillo extraño y nuevo semejante a un serena tempestad.
Mi piel reconocía el temblor de quien ha sido hallado nuevamente. Y esas mariposas extranjeras que nunca había conocido antes se posaban en mí, elegres, alborotadas, nerviosas.
Semanas después, ignoro porque extraña metamorfosis, las mariposas se transmutaron en sapos. Sentí miles de lágrimas rodar por las paredes de mi estómago y crecer el musgo frío de la ausencia.
Ahora los oigo cantar noche y día. Y como es tiempo de lluvias y tristezas, sus letanías me van calando los musculos, mis huesos, las entrañas, llenando mis estanques de abrazos que no tuve, de tu sueño tan breve, de notas graves sostenidas bajo la incertidumbre de no haberte amado nunca.
Y es inevitable que la gente me mire.
Que a mi paso los ojos extrañados de los transeúntes recalen en mi huella sonora.
A veces no puedo remediarlo, y pierdo la calma, la educación, el fundamento.
Me giro y sonrió: "No son gases, caballero, son los sapos que anuncian lluvias, soledades, tangos. Son los sapos que antes eran mariposas".
¿Qué he de hacer para aliviarlos?
Intento disculparme.
Explicarles que la naturaleza humana es así de incierta. Que el devenir de las cosas traza pronósticos que no se han diagnosticado en ninguna casa de apuestas.
Bebo agua en abundancia y constantemente para que naden a gusto.
Me demoro bajo la ducha queriendo convertirme en una gran laguna, acogedora, familar, donde ellos puedan sentirse como en casa.
Salgo a la lluvia buscando empapar su triste melancolía,
su dolorosa belleza.
No tengo prisa, pero espero que se vayan.
Un buen día. Algún día.
A su lugar de origen.

12 comentarios:

Mixha Zizek dijo...

Me gustó las imágenes son hermosas y como se van enlazando una a otro como si fueran una sola. Sentí como si te transformaras en una especie de camaleón a través de los días por las cosas que te pasaban...
Todos somos la naturaleza, nos juntamos en un sólo ser,
me gustó mucho, un beso

Lena yau dijo...

Ya te comenté en el otro blog...me encantó...te dejo un abrazo aquí!

L.

Anónimo dijo...

Gracias mixha. La verdad es que no sé por qué me surgió esta especie de disparate. Llevaba dos días mascullando esta locura y la plasmé así. Busqué imágenes de mariposas para ilustrarla, pero, francamente, me gustaron más los sapos. Un beso.

Anónimo dijo...

Iena, me encanta que me leas. Ya te dije que me quedé flipando con lo que escribes. Espero no te moleste que te agregue a mi lista de blogs. Besos.

cristal00k dijo...

Precioso texto Olvido. No sé a través de quien pero ya te he visitado otras veces. Me gusta lo que escribes. Creo que lo primero que lei fue tu Elogio animal, excelente.
Muchas gracias por visitarme.
Te sigo!

Anónimo dijo...

Gracias Cristal,encantada de que me sigas. Yo también te visito con ganas

Anónimo dijo...

Las apariencias engañan hasta e la propia naturaleza. no?

Anónimo dijo...

Sí cats. A veces las apariencias engañan. O no son solo una. Nos travestismos o nos transformamos. O nuestra naturaleza es múltiple, cambiante.

Gárgola dijo...

"Prefiro ser essa metamorfose ambulante do que ter aquela velha opinião formada sobre tudo. Quero dizer agora o oposto do que eu disse antes…" Raul Seixas

Describes una sensación conocida con maestría sencilla y bella, compleja y llana.
Besos d'Alfama

Anónimo dijo...

Hola Gárgola, ya estaba echando de menos tus palabras. La verdad es que no sé porque me salen así las cosas que escribo. Porque, la poesía por ejemplo, suelo elaborarla bastante, pero este tipo de textos me salen directos. Sin a penas reflexionar. Me gusta también este tipo de escritura o de terapia. Son como un sueño plasmado que luego relees. Un beso.

Malena dijo...

Y algún día se irán, pero mientras, nos recuerdan constantemente que fueron mariposas que revoloteaban haciéndonos volar sin alas. Se irán , tenlo por seguro, siempre se van.

Me ha gustado leer tu escrito.

Un beso.

Anónimo dijo...

Gracias Malena. Todo se va. Las mariposas y también los sapos. Un beso