lunes, 25 de agosto de 2008

Elegía y postal (Ángeles Mora, De Conocimiento y ruinas)

No es fácil cambiar de casa,
de costumbres, de amigos,
de lunes, de balcón.
Pequeños ritos que nos fueron
haciendo como somos, nuestra vieja
taberna, cerveza
para dos.
Hay cosas que no arrastra el equipaje:
el cielo que levanta una persiana,
el olor a tabaco de un deseo,
los caminos trillados de nuestro corazón.
No es fácil deshacer las maletas un día
en otra lluvia,
cambiar sin más de luna,
de niebla, de periódico, de voces,
de ascensor.
Y salir a una calle que nunca has presentido,
con otros gorriones que ya
no te preguntan, otros gatos
que ya no saben tu nombre, otros besos
que no te ven venir.
No es fácil cambiar ahora de llaves.

Y mucho menos fácil,
ya sabes,
cambiar de amor.

1 comentario:

Néctar dijo...

Es impactante la simbiosis entre la sencillez de tus palabras y la profundidad de tus sentimientos. Por supuesto que los cambios son difíciles en cualquiera de los aspectos de nuestras vidas, pero el cambiar nos aporta conocimiento, sabiduría, nos hace grandes de algún modo.